Hace ya algún tiempo me encontré tirada en la banqueta una página desprendida de algún viejo libro, impresa en unos extraños caracteres y grabada con una imagen de apariencia oriental. Guardé esta hoja como suelo guardar muchas chucherías que recojo de la calle, y me olvidé de ella arrumbándola en un cajón. Un día de éstos la reencontré y al instante me obsesioné con ella. Comencé a investigar de dónde procedía esa enigmática escritura y no tardé en encontrar que era un texto escrito en hindi, la lengua oficial de la India. Este hallazgo me fascinó, y continuando con mis pesquizas descubrí que en realidad eran unos versos arrancados de algún poemario del escritor hindú Kumadra Subhari. La parte difícil fue lograr traducir el poema, esa tarea me llevó días (y noches) navegando en internet en busca de foros de idiomas y diccionarios en línea, y tardes enteras consultando libros en la Biblioteca Pública del Estado. Poco a poco fui consiguiendo frases coherentes, y esta labor casi obsesiva finalmente tuvo su recompensa esta mañana cuando tuve el poema completo; bueno, no completo precisamente porque parece ser solo un fragmento. El entusiasmo que sentí al leerlo de corrido es algo indescriptible. El poema se titula Viento Solar (सौर वायु), pongo en seguida la traducción al castellano.
Extraño tu piel tibia, tus pies frios
El vello de tu cuerpo erizándose en mis dedos
Tus piernas entre las mías
Tu pelo en mi cara, detrás de tu aliento
Tu aroma caliente, húmedo, denso:
De café tostado, de almendro en flor
Cangrejita que se revuelca en su sueño interrumpido.
Si amar es extrañar, es que te amo más de lo que sabía.
Extraño tu piel tibia, tus pies frios
El vello de tu cuerpo erizándose en mis dedos
Tus piernas entre las mías
Tu pelo en mi cara, detrás de tu aliento
Tu aroma caliente, húmedo, denso:
De café tostado, de almendro en flor
Cangrejita que se revuelca en su sueño interrumpido.
Si amar es extrañar, es que te amo más de lo que sabía.